miércoles, 27 de julio de 2011

Diócesis de Zárate-Campana orienta a “Santiago del Baradero” en camino final a su cuadringentésimo aniversario

Santiago del Baradero (es el nombre que figura en su escudo oficial, y el nombre de su fundación) festejó su 396 aniversario e inició su rumbo a los cuatrocientos. Se trata de la fundación española más austral que lleva el nombre original de “Santiago”. Las distintas celebraciones, y también la celebración eucarística contaron con la presencia del Secretario de culto de la Nación. Los actos civiles fueron multitudinarios.
“Escucha, aprende y anuncia como Santiago” fue el lema eclesial. Con un sentido abarcativo de “cultura”, vida, familia, sociedad, comunidad, religión, se dieron cita en Baradero “para hacer más  humana la vida social, en lo espiritual, en todo, tanto en la familia como en la sociedad civil” (Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Const. Gaudium et spes, 53). La cita para las festividades y celebraciones aconteció con ocasión de los festejos de los 396 años de la fundación del “Santiago de Baradero” cuyo nombre primigenio figura en el escudo municipal, y que preanuncia un rumbo decidido a dejarse guiar por el Apóstol Santiago, su patrono, hacia los 400 años de su existencia como comunidad. El municipio organizó y efectuó todos los actos civiles, que tuvieron actuación previa (con inauguración de un busto al primer gobernador criollo –nacido en Asunción, Paraguay-  esto es, Hernandarias, quien tuvo una acción clave en la población de estas regiones) y que contaron con gran cantidad de público.
El día 25 se tuvo la misa solemne, presidida por nuestro Obispo Mons. Oscar Sarlinga y a continuación la procesión alrededor de la plaza, luego de lo cual siguieron los actos cívicos. El templo parroquial estuvo colmado de fieles y entre los presentes estuvo el Embajador Guillermo Olivieri, Secretario de Culto de la Nación, hijo de Baradero, acompañado del intendente Dr. Aldo Carossi, el Dr. Claudio Maroli, presidente del HCD, y funcionarios del gabinete comunal. En la concelebración de la Eucaristía estuvieron presentes Mons. Santiago Herrera, el Pbro. Atilio Rosatte (cura párroco), Mons. Ariel Pérez, el Pbro. Pablo Iriarte, el Pbro. Eduardo Musatto, el Pbro. Rubén Real y el Pbro. Adrián Lázaro. Asistieron el diácono Carlos Rosello y numerosos seminaristas, entre los cuales los baraderenses Francisco Liaudat, Nicolás Amendolara y Martín Gallo.
Inicio de la Misa de Santiago el Apóstol
Ofrendas el día de Santiago el Apóstol
Procesión de la misa en Santiago Apóstol
Procesión de ofrendas
Monseñor Oscar Sarlinga en su homilia se refirió a Baradero (“Santiago del Baradero”) como la fundación más austral bajo el patronazgo del Santo Apóstol y enumeró la cantidad de ciudades en toda Latinoamérica (a partir de Santiago de Compostella, donde en el “campus stellae” una luz señaló la presencia de las reliquias del Apóstol) que lo tienen como patrono, como un gran signo que Santiago nos lleva a Jesús, como un “camino seguro de peregrinación por esta vida” cual el “camino de Santiago”. Mencionó el Obispo la presencia de Santiago el Apóstol en Cádiz, y luego en Zaragoza (Caesaraugusta, la ciudad de César Augusto) y mencionó cómo fue conducido interiormente a desarrollar su apostolado, y cómo en una aparición la Santísima Virgen, sobre un pilar de luz, lo consoló y lo alentó a evangelizar, a fundar Iglesia, antes de partir a Jerusalén, donde fue martirizado y luego su cuerpo fue trasladado de nuevo a España. Dijo también el Obispo Mons. Sarlinga que en la historia de la presencia española en estas tierras hubo sin duda pobrezas y errores (que no pocas veces son sobreenfocadas críticamente, o incluso absolutizadas a modo de “pensamiento único”), pero también –y principalmente- existió en aquélla un sincero deseo de civilizar y evangelizar, sin destruir la lengua y aspectos enteros de la cultura de los naturales, y que precisamente el Apóstol Santiago inspiró a evangelizadores, como el franciscano Fray Luis Bolaños (una de cuyas reliquias insignes se conserva en la iglesia de Baradero), apóstol del Paraguay, de toda la Mesopotamia Argentina, y de la última y más austral fundación española que lleva el nombre de  Santiago, Baradero, donde fue párroco de indios, fundó la población estable, la cual tenía hasta “cabildo” con elección de dichos pobladores naturales (y siendo así un precursor de sana democracia). Deficiencias y miserias hubo, pero la presencia y acción de los misioneros, de los evangelizadores ayudaron en mucho a las poblaciones autóctonas, y las defendieron de la codicia de algunos o muchos encomenderos.
Transporte en andas de imagen del Apóstol Santiago
Procesión con imagen Santiago Apóstol
Seminaristas de la diócesis en Baradero
Procesión con la imagen den Santo Apóstol en Santiago del Baradero
Llegada de la procesión con Santiago Apóstol
Seguidamente a la celebración eucarística se realizó la procesión con la imagen del Apóstol, llamado afectuosamente “Santiaguito”, junto con el Obispo, sacerdotes y miembros de la comunidad recorriendo las calles que rodean Plaza Mitre. A diferencia de la mayor parte de las ciudades de la actual provincia de Buenos Aires, los orígenes de Baradero se remontan a 1615, cuando se establece una organizada “Reducción de Indios”. A este respecto, el significativo y dedicado gobernante Hernandarias quiso determinar el lugar donde fundarla (a la reducción del Baradero), pero Fray Francisco de Arenas con 250 originarios Chaná y Mbiguay, eligió un lugar un poco más retirado: a mitad del trayecto, por un solitario “cerro” atalaya para vigilar el Paraná. Es probablemente el lugar del llamado cementerio indígena.
Catecismo de la lengua guaraní
Oraciones compuestas por Fray Luis Bolaños
Hernando Arias de Saavedra impulsó la creación de la reducción de Santiago del Baradero
Los orígenes de Baradero, la “parroquia” más antigua de la provincia de Buenos Aires, datan, pues, del 16 de agosto de 1615, cuando Hernando Arias de Saavedra Hernandarias, el gobernador fundador trae los materiales para la iglesia, a cargo de Fray de Arenas, y herramientas para los originarios. Es Jefe y Corregidor el vecino Bartolomé Pinto y Cacique principal al indio Bartolomé. La localidad era “Encomienda Real” que llamó “Santiago”, en honor al santo del 25 de julio, fecha de la fundación, y la iglesia puesta bajo esa advocación: Santiago Apóstol. Se determina el nombre: “Santiago del Baradero” (Baradero por la “baradura” (sic) del lugar, y que la costumbre escribió con la “b” en vez de la “v” dental.
La presencia de Fray Luis Bolaños fue más que relevante, y el Obispo relacionó esa fuerza evangelizadora y civilizadora con el espíritu que animó al Apóstol Santiago. En efecto, en el año de 1621 se encarga de la Reducción el evangelizador y conocedor del alma del pueblo originario que allí moraba (el fraile fue un restaurador, afianzador y escritor de la lengua guaraní), Fray Luis de Bolaños (1580-1629), con 72 años, el que comenzó a darle forma al pueblo y fue su cura párroco; si bien por sus obligaciones misionales en toda la Mesopotamia y en el Paraguay no pudo permanecer en forma absoluta en el lugar, sí tuvo cura pastoral efectiva y dejó su espíritu organizador. La persona y acción pastoral de Fray Luis Bolaños fue destacada por Mons. Oscar Sarlinga con relación a la presencia espiritual del Apóstol Santiago. El Obispo pidió a los historiadores locales una profundización en el tema, por razón de honestidad intelectual y en rumbo a los 400 años de Baradero. Es por ello que lanzó un inicio de biografía, mencionando que Fray Luis de  Bolaños nació en Marchena (Sevilla), probablemente en 1539,  y murió en Buenos Aires en 1629. Siendo ya franciscano, partió para América en 1572, en la expedición del adelantado D. Juan Ortiz de Zárate. Llegó, con otros 22 franciscanos, a la Asunción en 1575. Fue el iniciador de las «reducciones» de Paraguay, y en especial de Santiago del Baradero, la fundación hispánica más austral. Hizo la primera traducción del Catecismo limense al guaraní, promovió dicha lengua, la cual le debe en gran parte su lozanía actual. Fundó diversas poblaciones, se ocupó de la cura pastoral de los indios y asesoró a los Jesuitas respecto de sus propias fundaciones.  Después de una larga vida de evangelización, se retiró al convento de San Francisco de Buenos Aires, donde murió.

No hay comentarios:

Publicar un comentario